Hay equipos que juegan con extremos y laterales. Hay equipos que juegan con
los extremos por dentro y utilizan laterales largos. Incluso hay un equipo
donde los laterales juegan por dentro y sólo utiliza extremos. No hay nada
escrito, cada entrenador tiene su letra y todo sirve mientras sean sus
jugadores y no los contrarios los que la entiendan.
El pasado domingo se enfrentaron el Villarreal de Marcelino García Toral y
el Celta de Eduardo Berizzo. Los locales jugaron con extremos –extremos o puntas-
y laterales llegando a línea de fondo. Los visitantes, en cambio, jugaron sin
extremos (se metían por dentro) y con laterales largos. Jugar con
Moi Gomez y Joel Campbell por fuera o Fabian Orellana y Nolito por dentro es
importante dependiendo de los espacios se quieran ocupar y a que espacios se
quiere llegar. Aprovechando éste partido voy a intentar mostrar las ventajas e
inconvenientes de cada una de las ideas.
Cuando un equipo tiene la posesión y sus extremos permanecen abiertos
consigue que la línea defensiva tenga que defender más metros a lo ancho y por
tanto dejan más metros entre jugadores por dentro y por tanto hay menos compañeros
que están dentro pero más espacio para poder llegar. Jugar con extremos
abiertos no impide a los laterales aproximarse y apoyar o romper para llegar a
línea de fondo lo que da una nueva línea de pase. Es decir, jugar con extremos
permite ocupar más espacio, fijar por fuera para llegar por dentro.
Los equipos que juegan con los extremos por dentro y con carrileros por
fuera consiguen que la línea defensiva esté centrada en defender menos metros,
tan sólo la zona interior, lo que permite liberar los espacios exteriores para
que los carrileros puedan llegar y sorprender al rival. Los extremos por dentro
ofrecen más líneas de pase a la espalda de los mediocentros aunque es cierto
que en peores condiciones (ya que están rodeados de los defensores). En
definitiva, jugar con los extremos por dentro provoca que el espacio interior
esté sobreocupado y que el exterior quede despejado para poder llegar con los
carrileros.
He analizado de una manera sencilla lo que ofrece cada una de las ideas
cuando el equipo tiene la pelota pero se podría analizar también lo que sucede
cuando se pierde. En el fútbol todo tiene ventajas e inconvenientes, y
como no existe una idea única que funcione, no hay un planteamiento que asegure
el dominio porque cada equipo tiene que hacerlo con jugadores y métodos
distintos. Entonces, ¿hay que jugar con extremos o sin ellos? Depende.
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